Cuando hablamos de conducción eficiente y ahorro de combustible mencionamos los pasos que debemos dar para conseguir una reducción efectiva, o al menos para no consumir combustible en exceso en el día a día. Puedes recuperar esos consejos ahora mismo, porque escribimos sobre el tema hace unos meses.
Lo cierto es que la teoría es bonita, y en la práctica podemos dejar de gastar en exceso con poco esfuerzo, pero existen situaciones en las que no es viable o posible, y a veces tampoco interesante, el ahorro de combustible.
Las peores horas para ahorrar: al amanecer y al atardecer
A menos que dispongas de un coche con Start & Stop, o un coche eléctrico o híbrido, las primeras y últimas horas del día son un caos en las grandes ciudades. Los atascos para ir al trabajo o para volver a casa son algo habitual, y ahí se consume mucho combustible por el hecho de estar tiempo parado, pero también si circulamos a trompicones, en primera velocidad. Evita si puedes las horas punta.
Situaciones en las que no conviene pisar suave el acelerador
La clave para ahorrar combustible en el coche es pisar el acelerador lo justo para producir el movimiento del vehículo sin dañarlo (por eso no se debe circular demasiado bajo de revoluciones). Esto quiere decir exactamente eso: que el acelerador se ha de pisar lo justo que requiera la situación.
Por tanto, en estas situaciones a continuación no debes dudar en pisar el acelerador, incluso si eso significa hacerlo a fondo:
- Adelantamientos en carretera convencional: en una carretera convencional de un solo carril por sentido de la circulación, los adelantamientos son las maniobras que más riesgo entrañan porque se ha de invadir el carril contrario, donde esté permitido, para completarla. Por eso es importante no solo iniciar el adelantamiento donde tengamos visibilidad y tener todas las precauciones, sino ejecutar la maniobra con decisión y acelerando con fuerza. Un adelantamiento indeciso con el coche perezoso es todavía más peligroso.
- En el carril de aceleración en una autovía o autopista. En estos casos, la clave en cuanto a seguridad es adaptar nuestra velocidad a la de los demás coches cuanto antes. Eso no significa exprimir el motor hasta el corte de inyección, pero sí estirar más de lo habitual las marchas para disponer de potencia suficiente para incorporarnos con agilidad, y con seguridad. Una incorporación lenta en la autovía es muy peligrosa.
- En una recuperación a lo largo de una fuerte pendiente. Nos podemos encontrar con una fuerte pendiente en muchos lugares de la red viaria, y si no la anticipamos con tiempo suficiente puede que nuestro coche «se quede» sin fuerza y empiece a perder velocidad. Si pierde demasiada podemos acercarnos peligrosamente a una velocidad inadecuada en la autovía, y por eso en el momento en que nos demos cuenta de esa pérdida de velocidad podemos intentar recuperar aplicando «gas». Eso sí, lo más conveniente es adelantar con tiempo la llegada de la pendiente.
Posiblemente existan otras situaciones en las que ahorrar combustible nos hace perder tiempo en exceso (y en muchas ocasiones el tiempo es oro), pero estas que os hemos descrito son las más comunes. De todo esto se puede extraer que en vez de ahorro de combustible deberíamos hablar de optimización del consumo.
En el fondo es lo mismo, es decir, gastar lo menos posible, pero la optimización tiene una connotación positiva y más realista; con el concepto «ahorro» podemos caer en alguno de los casos anteriores en los que «pisar flojo» no es una buena idea.