Dentro de unos años, la conducción de coches sin conductor podría ser algo habitual. Si no lo es, no se deberá a la tecnología, sino por la leyes, que, como suele suceder, van a la zaga de los inventos. Pero lo que sí está previsto que empiece en 2016-2017 son las carreras de vehículos sin conductor, conocida como Roborace, dentro del campeonato de Fórmula Eléctrica (Fórmula E).
“El campeonato mundial de la inteligencia y la tecnología. La fusión de la Inteligencia Artificial con la ingeniería de la automoción en condiciones extremas. Equipos sin conductor que compiten en una batalla de algoritmos. Un formato innovador en las principales ciudades del mundo”, así define la organización de Roborace esta competición de coches eléctricos sin piloto.
En las carreras participarán diez equipos, cada uno con dos vehículos, que correrán durante una hora en cada prueba. Y se celebrarán en los mismos circuitos de la Fórmula E. El coche será común a todos (fabricado por la empresa Kinetik), lo que variará serán los algoritmos de computación en tiempo real y las tecnologías de Inteligencia Artificial. Los coches alcanzarán los 300 kilómetros por hora, pero nada más se sabe sobre su diseño. ¿Prescindirán del asiento y del volante? Ahora mismo el prototipo se encuentra en desarrollo.
¿Qué empresas tecnológicas participarán? No se sabe, pero tal vez las que ya desarrollan software para coches autónomos, entre ellas Apple, Google, Tesla y BlackBerry, o fabricantes de coches que están apostando por ellos, por ejemplo, Audi, BMW, Mercedes-Benz, Volvo, Ford, Nissan, SsangYong, Peugeot-Citroen y Kia.
Para el CEO de la Fórmula E, el español Alejandro Agag, es un desafío abierto a las empresas más innovadoras en el ámbito tecnológico. Y para los espectadores, un nuevo espectáculo con el que sentir la emoción del deporte, aunque los pilotos se encuentren fuera de la pista.
Foto | Ed and Eddie