Después de una vivienda, comprarse un coche es probablemente el mayor gasto que uno afronta en la vida (y luego toca mantenerlo). Tal vez por eso, y por que cada vez existe más concienciación en el cuidado del medio ambiente, haya aumentado considerablemente el Car-Sharing. Y seguirá en esa línea: la consultora Global Market Insights prevé que crezca a más del 20% entre 2018 y 2024.
Según la propia definición de la Asociación Española de Car-Sharing, se trata de “un servicio prestado por empresas que consiste en ofrecer a sus clientes el uso de vehículos por minutos u horas en el barrio donde viven o trabajan. Los clientes o socios, acceden de forma inmediata al vehículo mediante una tarjeta inteligente (RFID) o teléfono móvil, previa reserva telefónica o por internet y pagan solo por el uso real del servicio. Los clientes o socios pueden acceder al vehículo 24h/365 días”.
En este servicio, el usuario solo paga por el tiempo que lo utiliza. A diferencia de los coches de alquiler tradicionales, donde es necesario recoger y dejar el coche en un horario determinado y en una sede de la empresa, al coche compartido se accede a cualquier hora y desde cualquier lugar, dentro de la ciudad a través de los espacios de estacionamiento reservados.
Para contratar el servicio, antes debes descargarte la app de la compañía y registrarte con tus datos personales, tarjeta de crédito y carné de conducir (a veces todo esto también es posible efectuarlo desde la web). Luego, normalmente te envían una tarjeta con la que podrás abrir el vehículo (si no dispone de apertura remota con el móvil). Las zonas más cercanas habilitadas para coger el vehículo, generalmente pequeños y eléctricos, se muestran a través de la app.
Aparte de que merece la pena económicamente por el dinero que te ahorras al no tener que comprar y mantener un vehículo privado, con el Car-Sharing no tienes problemas de aparcamiento y, sobre todo, cuidas el medioambiente, ya que contribuye a que haya menos tráfico y, por extensión, menos contaminación.
Foto | Michael Andersen