Desde 2012, la Seguridad Social recurre al Fondo de Reserva para pagar las pensiones extraordinarias dos veces al año (en verano y Navidad). Pero ese dinero, conocido como la hucha de las pensiones, se está agotando poco a poco: en 2011, había 66.000 millones de euros, actualmente 8.000.
Y es que el número de cotizantes a la Seguridad bajó en picado debido a la crisis económica. Y aunque es verdad que ha subido, ahora hay cerca de 18,5 millones, no lo ha hecho al nivel necesario para cubrir ese desembolso de dinero extra. Es decir, que el capital de las cotizaciones todavía no ha alcanzado la cuantía suficiente para hacer frente a las pensiones.
Entonces, ¿qué medidas se pueden tomar para lograr la sostenibilidad del sistema?
Con estas cifras, no es de extrañar que la mitad de los españoles se sienta muy preocupado por el actual sistema de pensiones, especialmente las mujeres, según una encuesta elaborada por Fundación Mapfre. Unos datos que reflejan que la mayor parte de las personas encuestadas cree, incluso, que no llegarán a percibir una pensión pública cuando alcancen la jubilación; a pesar de que están garantizadas por el Estado.
Actualmente, la tasa de paro en España es del 16 %. ¿Cuánto debería bajar este porcentaje para que el sistema de pensiones fuera sostenible? El Banco de España dice que hasta el 6 %. Y si esta tasa de paro no disminuye a ese nivel, ¿qué pasará en el futuro? ¿Habrá que introducir nuevas reformas en el sistema de pensiones?
Según indica el informe «Sistemas de pensiones. Una evaluación internacional comparativa» realizado por el Servicio de Estudios de MAPFRE, comparando los modelos de pensiones de España, Estados Unidos, Reino Unido, Suecia, Holanda y Chile, así lo han solucionado en otros países. Estados que sobre todo han implantado estas tres medidas: elevar la edad de jubilación (aquí podría subir aún más), aumentar los incentivos fiscales e incrementar el ahorro voluntario; especialmente entre los trabajadores.
Además de fomentar el equilibrio entre los tres pilares del ahorro que intervienen en la generación de renta futura para los trabajadores: las pensiones públicas, el ahorro vinculado al empleo y el ahorro individual.
Euro a euro
Los españoles estamos dispuestos a ahorrar mensualmente para nuestra propia jubilación. La mayoría destinaría sin dudarlo un 5% de sus salario a constituir una pensión complementaria. Eso sí, el modelo de ahorro-previsión debería cumplir con varias condiciones: flexibilidad, poder retirar el dinero en caso de necesidad, que sea compartido con la empresa y que esté impulsado gracias a incentivos fiscales.
Sí, con toda esta información da miedo comprobar que, se mire por donde se mire, sí o sí tendremos que hacer frente a lo que ya piensan el 82 % de los españoles (según la citada encuesta): que no nos vamos a librar de cobrar menos pensión cuando nos llegue la hora de jubilarnos. Es decir, que la jubilación no nos va a permitir mantener el nivel de vida previo a cobrar la pensión.
Lo bueno es que estamos a tiempo para planear nuestro futuro.
Foto: Chris Potter