Hace un semanas en el telediario daban la noticia de que Madonna había encargado dos trajes de luces y un capote a una empresa de Zaragoza. ¿Y cómo contactó la estilista de la diva del pop con la pequeña sastrería? Pues a través de la web con más experiencia en la venta de artículos relacionados con la fiesta nacional. Un ejemplo de cómo un negocio tradicional se ha subido al carro de las nuevas tecnologías.
Ahora, los consumidores se relacionan con la empresa por múltiples vías digitales y hay que estar en ellas y en las tradicionales. Así lo expusieron varios expertos en el ciclo «Estrategias digitales en el sector financiero», organizado por Expansión, en colaboración con Capgemini.
«La obligación de las empresas es abrir todas las posibilidades al cliente para que él elija cuándo, cómo y qué quiere», dijo Francisco Marco, director general del Área Corporativa de Soporte a Negocio de MAPFRE. Incidió en que “las empresas del sector financiero tienen que hacer una muy potente inversión en tecnología” con el fin de conocer al cliente y darle un trato más personalizado. Algo en lo que también coincidió Gustavo Vinacua, Innovation Center & Open Innovation Director en BBVA, para quien los datos que se generan suponen un “activo muy valioso para conocer mejor al cliente y desarrollar productos mejores”.
Sin embargo, esa recopilación de información personal debe estar mejor protegida, señaló Jorge Villaverde, Financial Services Chief Transformation Officer en Capgemini. «Siempre hay posibilidad de hacer un mal uso de ella y por eso debe regularse por ley, para unificar criterios a la hora de utilizar esos datos«, afirmó. En la otra cara de la moneda, las empresas deben proteger al máximo sus sistemas para evitar el robo de esos datos, porque «los ataques se producen constantemente», resaltó Villaverde.