Cuando quieres iniciar un negocio y necesitas financiación, una alternativa a las sociedades de capital riesgo son los ángeles inversores (en inglés business angel). A diferencia de las primeras, en este caso quien aporta el capital a cambio de una participación en la startup es una persona y no una empresa. También conocido como padrino inversor o inversor de proximidad, este individuo invierte su propio dinero y suele involucrarse aportando sus conocimientos para el asesoramiento en la gestión del proyecto.
Normalmente, el ángel inversor financia los inicios de empresas emergentes para darles el primer impulso, aunque también puede invertir en otra etapa del desarrollo de la empresa. Dependiendo de su grado de implicación, se clasifica en cuatro tipos: el trabajador (aporta capital y trabaja junto a los emprendedores para lograr el éxito del proyecto); el empresarial (propietario de empresas que participa muy activamente en la gestión y aporta capital, experiencia y contactos); el financiero (su objetivo es la rentabilidad y solo se implica en la financiación); y el consultor (participa con sus conocimientos en la gestión pero no aporta dinero o muy poco).
Los emprendedores suelen recurrir a su entorno familiar o amigos personales para encontrar un ángel inversor, y también tienen la posibilidad de buscar en redes establecidas de business angels. Entre ellas, la European Business Angels Network (EBAN) o la Band of Angels de Estados Unidos.
¿En qué se fijan los business angels a la hora de invertir? Por supuesto que buscan un retorno de la inversión sólido y más rentable que la bolsa de valores, pero lo primero que miran es que detrás de la idea haya un buen equipo, necesitan saber que el negocio está en manos de personas competentes. La rentabilidad económica no siempre es una prioridad, sino que invierten por la emoción de crear algo nuevo o por ayudar a la comunidad. Un detallado y completo plan de negocio, que demuestre la viabilidad del proyecto y atribuya un valor realista a la empresa, es clave para persuadir al inversor privado.