Invertir es uno de los tres pilares básicos en los que se sustenta el futuro económico de las personas. Los otros dos dependen del dinero que se gana anualmente, y del ahorro que somos capaces de acumular en el tiempo. El orden que suele seguir cualquier persona es centrarse en ganar dinero, dar un paso más al comenzar a ahorrar y, en tercer lugar, y no siempre, invertir para hacer crecer el capital.
Para empezar a invertir hay que tener ciertos conocimientos básicos, ser prudentes y, en casi todos los casos, confiar en un experto que nos asesore antes de dar un paso que, en el futuro, nos pueda perjudicar.
Ya vimos en su momento que no es lo mismo ahorrar que invertir. Ahorrar significa conservar una cantidad de dinero sin que produzca nada (y, de hecho, podemos perder capital con el tiempo), mientras que invertir hace posible obtener rendimientos positivos y aumentar el capital con un cierto riesgo. Cuanto mayor sea el riesgo, mayores pueden ser los rendimientos, pero aumenta la probabilidad de quedarnos sin nada.
Asumir que la inversión conlleva siempre riesgo es la primera regla para el inversor novato. Por tanto, la información previa, la investigación y un cierto dominio de la actualidad económica es fundamental para saber qué estamos haciendo, dónde estamos metiendo nuestro dinero.
Para empezar a invertir en bolsa, todo principiante debe saber:
- Qué es la bolsa y cómo funciona: es un mercado en el que las empresas venden participaciones de su negocio, y en el que los inversores invierten dinero en esas empresas adquiriendo esas participaciones y con el objetivo de conseguir un rendimiento positivo.
- Qué necesitas para operar en bolsa: necesitas una cartera o cuenta de valores (una cuenta bancaria en la que se «depositan» las acciones); necesitas dinero para invertir (una cuenta corriente en la que se cobran los importes de las acciones que compras, y en las que se ingresan los beneficios); un broker, un intermediario que compre y venda por ti.
- Cuánto te va a costar operar en la bolsa: debes conocer exactamente los costes que conlleva operar en bolsa. Cada movimiento puede tener (y casi siempre lo tiene) un coste asociado en forma de comisión: por compraventa, por custodia, o por cualquier otra cuestión que debes conocer a priori. Es similar a lo que explicamos cuando hablamos de qué fondo de inversión elegir.
Elegir con cuidado el broker es fundamental. Lo es también elegir los valores en los que invertir, saber el plazo de la inversión y qué objetivos tenemos (tanto de ganancias como de posibles pérdidas). Establecer «alarmas» para evitar perder demasiado dinero es fundamental, pero sobre todo lo es entender que hay dos maneras de ganar dinero en bolsa: a corto plazo, o a largo plazo.
A corto plazo es algo que tiene mucho riesgo. Podemos ganar mucho y perder mucho, y muy rápido. A largo plazo es más interesante. Por estos y otros motivos, si se quiere invertir en bolsa sin conocimientos, lo mejor es optar por fondos de inversión. Y, en cualquier caso, que el dinero que se invierta sea del que no es necesario, y que no pertenezca a nuestros ahorros.
Para finalizar, no olvides repasar los 7 consejos de Warren Buffet para invertir con éxito.