Hasta ahora, la única manera que existía en España de sacar dinero en efectivo de nuestras cuentas bancarias era a través del cajero automático, o directamente en una sucursal. Hoy es posible obtener ese dinero en el supermercado, por ejemplo, tras realizar una compra.
A esta práctica novedosa en nuestro país se le conoce como cashback, o devolución de efectivo. Es una práctica común en países anglosajones como Irlanda, los EE.UU., Holanda, o el Reino Unido, y goza de gran popularidad: pagamos un importe cualquiera con la tarjeta y podemos recibir a cambio un dinero en efectivo. ¿Cómo funciona exactamente?
El cashback no tiene nada que ver con las promociones de fidelización, por ejemplo la devolución de un porcentaje del importe de compra en nuestra tarjeta de puntos, o cualquier otra promoción similar. Este concepto se refiere a utilizar la caja del supermercado como si de un cajero automático se tratase.
El proceso es muy sencillo: al llegar a la caja, el cajero nos informa del total de la compra realizada (por ejemplo, 37,40 euros) y nos pregunta si deseamos retirar algún dinero en efectivo. Si la respuesta es afirmativa y pedimos 30 euros en efectivo, el cajero añadirá esa cantidad al importe total de la compra y cargará en la tarjeta 67,40 euros. Acto seguido nos dará los tickets correspondientes y los 30 euros en efectivo.
En principio es una manera de sacar dinero que no conlleva costes extra, o no debería, pero como siempre, todo dependerá de la entidad que la permita.
¿Cómo puedo sacar dinero del supermercado? ¿Con qué entidades?
En España, de momento solo se puede hacer uso de este sistema con ING Direct y utilizando la aplicación Twyp Cash. Al vincular los pagos a esa aplicación, los clientes podrán beneficiarse de este cashback en tiendas del Grupo DIA (Día, Maxi Día, Día Market, La Plaza Día, El Árbol y Clarel), pero también en gasolineras Galp, Shell y Disa.
Es de suponer que cada vez más entidades se sumarán al cashback por lo práctico del servicio y porque aporta mucho valor a los clientes, que no han de depender de las redes de cajeros y de sus condiciones particulares, sobre todo en términos de comisiones.