La jubilación llegará para todos, antes o después, y para entonces muchas personas se preguntan qué va a suceder con sus ingresos. ¿Tendrán suficiente para vivir con las pensiones públicas? La opinión generalizada, tanto a nivel de la calle como la de los expertos, es que dentro de unos cuantos años la pensión pública no servirá para mantener a las personas: se necesitará un complemento de otro tipo, otra fuente de ingresos que provenga del ahorro privado.
Se cree que la tasa de sustitución a la hora de la jubilación será tan solo del 48,6% en 2060, es decir, se estima que la pensión representará ese porcentaje del último sueldo percibido por el recién jubilado. Hoy, esa tasa está en el 74% y ya nos parece algo escasa. La única manera de asegurarse una inyección económica a la hora de la jubilación es ahorrar, y empezar cuanto antes.
Depósitos, fondos de inversión, planes de pensiones… ¿qué elegir?
Siempre dependerá de nosotros y nuestra capacidad de ahorro, del contexto y de múltiples factores. Lo importante sería poder empezar a ahorrar ya mismo, pero no existe una fórmula mágica. Debemos conocernos y saber en qué nos gastamos el dinero para poder comenzar el ahorro; además debemos decidir si ahorramos o invertimos, o si hacemos las dos cosas (y en qué proporción); debemos decidir si abrimos un plan de pensiones, o bien si hacemos todo a la vez.
El plan de pensiones lo tendremos disponible una vez nos jubilemos, y nunca antes (salvo algunas excepciones), con lo cual si está bien pensado y aportamos con la seguridad de no quedarnos sin liquidez a lo largo del año, y pudiendo además ahorrar o invertir en cierta medida, tendremos un dinero seguro cuando nos jubilemos, que venga a complementar la pensión del Estado.
El ahorro (simplifiquemos aquí ahorro por el conjunto inversión + ahorro) tendremos que calcularlo, decidir cuánto dinero podemos separar del total que ingresamos, una vez descontados los gastos fijos, los imprevistos, etc. Dedicar un 10% del sueldo a estos menesteres es una cifra habitual y también muy interesante, sobre todo si la acumulamos durante muchos años.
Un trabajador de 30 años que empiece hoy a separar ese 10% del sueldo (por ejemplo, 25.000 euros anuales), acumulará 75.000 euros en 30 años. Eso sí, no hemos tenido en cuenta los intereses, así que al final la cifra será ligeramente mayor (no demasiado).
La cuestión importante es empezar a ahorrar hoy mismo
No es una cuestión de elección, al menos no parece que sea así a medio plazo con el cada vez menos boyante fondo de pensiones, por lo que el ahorro se empieza a perfilar como una obligación para todo el mundo, en la medida que se pueda realizar.
La opción menos interesante hoy en día son los depósitos, porque los intereses son mínimos, menores del 1% y en muchas ocasiones menores al 0,5%. Los fondos de inversión son interesantes porque mejoran los beneficios, aunque presentan más riesgos (en varias escalas), y los planes de pensiones son a largo plazo totalmente: no tienen liquidez hasta el momento de la jubilación.
Por tanto, dependerá de la situación concreta del ahorrador el elegir una u otra opción, el ahorrar más o menos porcentaje de los ingresos. Lo más importante no es el dinero destinado cada mes al ahorro, sino mantenerlo mes a mes, ser constantes. Solo así se consigue acumular una suma importante.
Foto | Andrés Nieto