El ahorro sigue siendo una preocupación para los españoles, ya sea en el sentido de querer empezar a ahorrar, o en el sentido de sacarle más partido a los ahorros disponibles. Por su propia naturaleza, el ahorro implica prescindir de una parte de los ingresos que acumulamos en una cuenta de ahorro, que movemos en depósitos, pero que, esencialmente, mantendremos «quieta» y acumulándose con el tiempo.
Ya lo comentamos cuando nos planteamos las diferencias entre ahorrar e invertir: ahorrar es conservador; invertir conlleva un riesgo. El ahorro sirve para cubrir necesidades futuras, hacer frente a los imprevistos de la vida, pero no sirve para generar plusvalías ya que para eso existe la inversión. Por eso hemos de saber exactamente la fiscalidad que tendrán nuestros ahorros en 2016, para de esta forma saber de antemano qué es lo mejor para nuestro dinero.
Fiscalidad del ahorro en 2016
Las cuentas y seguros de ahorro y los depósitos serán un poquito menos rentables en 2016, no porque aumenten las retenciones sobre los intereses (todo lo contrario, pues bajan medio punto), sino porque muchas entidades han rebajado los intereses a repartir. Ese es el principal escollo o dificultad para que el ahorro sin riesgo, el conservador (el ahorro genuino de las familias), salga a cuenta.
Siempre es mejor mantener el dinero aunque sea generando un 0,2% o un 0,5% que mantenerlo en un cajón… sin embargo gracias a la rebaja en las retenciones, que se aplica en el momento en que se generan los intereses sin tener en cuenta cuándo se abrió el depósito o la cuenta de ahorro, es posible neutralizar la rebaja de la rentabilidad en algunos casos.
Las retenciones sobre el ahorro se aplican en tres tramos diferenciados: en los primeros 6.000 euros de intereses se aplica en 2016 un tipo del 19%; entre 6.000 y 50.000, el 21%; a partir de los 50.000 es el 23% de retención.
El hecho de que las renovaciones sean a la baja, actualizándose los intereses en ese sentido, no impide que los ahorradores más conservadores aun puedan sacar algo por su dinero debido a la inflación negativa en España el último año. Con todo, lo más sabio es hacer cuentas con nuestros ahorros y buscar qué nos puede salir más rentable.
No deberíamos perder de vista los diferentes productos de ahorro de cara a la jubilación, ya que analizando bien los requisitos y las condiciones nos podemos encontrar con algunas ventajas en el terreno fiscal que nos pueden convenir.