MAPFRE fue pionera en España en lanzar un seguro de coche para jóvenes “pay as you drive”. Con este producto asegurador se registra el comportamiento del conductor al volante y, si se cuenta con un perfil de riesgo bajo, se obtienen descuentos. Los datos de wearables y otros dispositivos y los comentarios de las redes sociales también están propiciando conocer el riesgo individual con mucha más precisión y que las primas se reduzcan por ello. Cada vez más aseguradoras se suman a esta tendencia imparable.
Los avances tecnológicos van a permitir en uno años que una compañía de seguros monitoree los hábitos de salud de los clientes en tiempo real y ajustar las primas casi al instante, predicen expertos como Michael Naylor, catedrático de seguros en la Escuela de Negocios de Massey en Nueva Zelanda. «A través de la conexión de objetos a internet será posible que las aseguradoras sepan si es saludable la comida de la nevera o la frecuencia con que se ejercita, lo que permitirá predecir el riesgo de salud de forma muy exacta”, explica en su libro “Una tormenta perfecta en el seguro”.
Pero a la vez que las primas bajan para los que lleven una vida sana, algunos temen que toda esta tecnología amenace la privacidad de los usuarios. Precisamente, Facebook ha prohibido recientemente a una aseguradora utilizar los comentarios de los usuarios en la red social para hacer descuentos en un seguro de coche.
Está claro que para acceder a estas pólizas basadas en el big data, los usuarios deben estar de acuerdo para compartir esa información con la aseguradora. Para Naylor esa posible erosión de la privacidad no debe preocupar a los asegurados, ya que la mayoría de los datos son procesados por máquinas. Si facilitamos información en las redes sociales, ¿por qué no hacer lo mismo con una empresa de confianza?
Foto: Jeremy Keith