El ataque cardíaco, o infarto de miocardio, sucede cuando se bloquea el flujo sanguíneo hacia el corazón. Este bloqueo suele producirse por la acumulación de grasa en forma de placasen las paredes de las arterias coronarias. Al romperse estas placas se forma un coágulo que impide que la sangre llegue al corazón, lo que daña el músculo cardíaco y hace que pueda llegar a desgarrarse.
Los síntomas de un infarto son bien conocidos. Es importante prevenir esta afección lo mejor posible llevando una vida saludable, con una buena alimentación y practicando deporte suave con frecuencia. Con todo, cuanto antes sepamos que sufrimos un infarto, más probabilidades tendremos de sobrevivir. En este punto, la inteligencia artificial nos puede ayudar.
Chatbots que ayudan a diagnosticar un infarto
La empresa danesa Corti ha desarrollado un chatbot que utiliza los algoritmos de machine learning para emitir un diagnóstico basado en lo que escucha en las llamadas de emergencia, sean del tipo que sean. Esta aplicación está a la escucha mientras el operador humano interactúa con la persona que demanda la ayuda.
El dispositivo analiza las palabras y otra información, como el ruido de fondo de la llamada, en tiempo real. Así es capaz de «detectar» las señales de un incidente cardíaco. Durante el entrenamiento del software de IA no se le indicó que identificase nada en particular, sino que se le dejaba «libertad» para aprender basándose en el análisis de miles de llamadas.
En ese entrenamiento analizó unas 161.000 llamadas de emergencia en Copenhague durante 2014. De todas ellas, 2.000 eran en referencia a paros cardíacos. El software diagnosticó con precisión el 93% de ellas —comparado con el 73% de los operadores humanos.
Además de emitir diagnósticos con mayor precisión, el software pudo hacerlo 30 segundos, de media, más rápido que un operador humano. En el contexto de un infarto, cada minuto cuenta, ya que cada minuto sin actuar es crítico.
Si el software determina que la llamada se refiere a un ataque cardíaco, se lo indicará al operador humano. Entonces, se puede recomendar a la persona que llama que comience la RCP. Además, este asistente ayuda en otras tareas: verificando otras informaciones que se dan en la llamada, como la dirección.
Ayudar a salvar vidas es una de las aplicaciones más importantes e interesantes de la inteligencia artificial. Con desarrollos como este se gana tiempo en los diagnósticos y se consigue una mayor exactitud, contribuyendo a mejorar las expectativas de los pacientes.