Los servicios en la nube o cloud computing ya están muy integrados en el vocabulario de cualquier empresa e incluso de los usuarios, con servicios como Dropbox, OneDrive o Google Drive. Allí se almacenan datos y programas y se accede a ellos a través de internet mediante una red remota de servidores. Con la explosión del internet of things (IoT) —Gartner prevé más de 20.000 millones de dispositivos IoT para 2020— y la ingente cantidad de datos que se generarán desde distintas fuentes, se está imponiendo una nueva manera de guardar y entregar esa información para aligerar la carga de procesamiento en la nube: el edge computing o computación perimetral.
Literalmente, edge computing se traduce como procesamiento en el borde y se refiere a que ese proceso se produce de forma local, muy cerca geográficamente del dispositivo que genera los datos o incluso dentro del propio dispositivo. Esta cercanía proporciona rapidez a la hora de acceder a los datos y también ayuda a reducir la latencia —por no tener que atravesar una red hacia un centro de datos— y a minimizar el uso del ancho de banda, con todo lo que eso supone en cuanto a costes.
El aceleramiento del flujo del tráfico permite que puedan procesarse a la vez muchos datos más eficientemente. Operar con mucha rapidez resulta indispensable en algunos ámbitos, por ejemplo, en el de la conducción autónoma, que requiere de respuestas en tiempo real, o el de la salud, la energía o las ciudades inteligentes. Así, el mercado global de edge computing alcanzará los 3.240 millones de dólares para 2025, según los datos de Million Insights.
Aunque algunos profesionales TI los utilizan como sinónimos porque están muy relacionados, el edge computing y el fog computing son diferentes. La computación en la niebla se refiere también a una infraestructura de computación en la que se recopilan, procesan y almacenan los datos, pero en este caso se trata del entorno de red o pasarela que va desde el edge computing hasta la nube. Eso sí, ambas son tecnologías disruptivas con las que se reduce el trayecto de los datos y el tráfico en la nube.
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