Casi un 9 % de los adolescentes españoles de 13 y 14 años han sufrido acoso a través del teléfono móvil. Este dispositivo, como la tecnología en general, no es bueno ni malo. Solo influye el uso que se haga de él. Y en el caso de la aplicación Protégete, la utilización resulta muy positiva para los menores. Cualquiera que se la descargue cuenta con una vía directa para denunciar un problema de ciberacoso de forma totalmente anónima.
Desarrollada por la asociación Protégeles, la aplicación, gratuita, se divide en tres apartados. Una línea de denuncia de cualquier contenido nocivo o perjudicial que el menor se encuentre en páginas web. La asociación se encarga de informar a las autoridades competentes para eliminarlos.
Esta herramienta, además, pone en contacto a los chavales, sin que guarde ningún dato personal ni del teléfono, con los psicólogos, abogados, técnicos informáticos y expertos en seguridad de esta asociación especializada en la protección de los menores en internet. Atienden a quien sufra ciberacoso, le hayan usurpado la identidad en internet, se sienta mal porque han publicado una foto sin su permiso o cualquier otro problema, como una tecnoadicción. Y, si fuera necesario, incluso informarían a la Policía. Por si acaso los adolescentes no tienen claro qué pueden denunciar, la app les explica cuáles son (sexting, grooming, cyberbullying, webs o perfiles que promueven la anorexia y la bulimia, etc.).
Para incrementar los conocimientos de los menores, la app incluye un test con el que aprenden si saben enfrentarse a determinadas situaciones. Por ejemplo: «Si recibes una foto comprometida de algún conocido o compañero, ¿cómo actuarías?» La respuesta correcta: «No reenviando la foto, pues sería tan responsable como el que la hizo e inició la cadena». «Si el acoso ocurre en internet, el colegio o instituto no puede intervenir». La respuesta verdadera: «No es así. Tienen la obligación de intervenir si víctima y agresor son del mismo centro».
La app Protégete, disponible par iOS y Android, ayuda a conocer los problemas (y a resolverlos). Estos suceden cada vez más frecuentemente en España. Los niños se inician antes en la tecnología. El 30 % de los niños de 10 años tiene un teléfono móvil. Este porcentaje se eleva hasta el 70 % con 12 años. A los 14 años, el 80 %. Solo un 30 % de los niños de 11 a 14 años con móvil afirma apagarlo al irse a dormir. Asegurarse de que se encuentra apagado es algo sencillo y al menos ese tiempo desconecta y garantiza su descanso.
¿Cuál es la edad recomendada para comenzar a usar la tecnología? Lo antes posible si los padres están acompañándole e interactuando con él, dicen los expertos de Protégeles. La brecha digital entre hijos y padres se está diluyendo, aunque todavía existe. Ahora, la separación proviene entre la gran masa de usuarios que solo consumen internet y los que también son productores digitales. Es decir, que utilizan internet de forma productiva y creativa, generando contenidos y opinión.