Actualmente, los bancos ya no solo compiten con sus rivales naturales, sino también con las startups fintech (financial technologies), empresas tecnológicas especializadas en servicios financieros. De ahí que estén invirtiendo en este tipo de compañías, cuya oportunidad de negocio dirigidas a pymes se calcula en dos billones de dólares, según el World Economic Forum. En 2015, generaron un volumen de negocio de 40 millones de euros en España, de acuerdo a un informe de Spotcap.
Una de las tendencias para 2016 es que el fintech se extienda al sector asegurador. La próxima revolución mira hacia el sector asegurador, que junto con la banca ha sido y es uno de los que más se ha resistido al cambio. Si tenemos en cuenta que, a nivel internacional, desde inicios de 2014 las empresas aseguradoras con un perfil más tecnológico han facturado más de 1.400 millones de dólares, hay un futuro y una apuesta clara por el sector.
Ejemplo de esa expansión obligada para no quedarse atrás es que la fintech más innovadora del mundo, según un estudio de KPMG y H2 Ventures, es una aseguradora 100% online, ZhongAn, fundada por Alibaba, Tencent Holdings y Ping An Insurance, y que ocupa el primer puesto por su acertada aplicación del Big Data para el «diseño de productos, la suscripción automática, las reclamaciones de automóviles, marketing de precisión y gestión del riesgo», como señala el informe.
La segunda empresa fintech más innovadora también se dedica a los seguros, a los de salud: se llama Oscar y tiene su sede en Nueva York. Gracias a la tecnología están «reinventando la forma de gestionar la atención a los clientes, las reclamaciones médicas, el control de los costes sanitarios y la transparencia», explican.
A pesar del liderazgo de estas compañías del ámbito de los seguros, todavía son minoritarias en el fintech. Este sector tiene por delante un gran reto si no quiere quedarse atrás.
Foto | John Lester