En los últimos días, son muchos los lugares que están en riesgo «extremo» de incendio, siendo este cada vez mayor debido al calentamiento global, como pudimos comprobar el año pasado con los incendios forestales en California, cuando «un total de 7.579 incendios quemaron un área de 6.749,57 km²».
Las pérdidas económicas, naturales y sociales son ingentes, y este 2019 está siendo especialmente virulento en cuanto a incendios forestales. Hoy, la tecnología nos ayuda a combatir los incendios con más eficacia, e incluso a predecirlos. Copartimos aquí algunos ejemplos.
Bee2FireDetection
Esta es una solución de la empresa portuguesa Compta que se apoya en la inteligencia artificial de IBM (denominada Watson). La aplicación permite detectar los incendios con agilidad y rapidez, y puede calcular la probabilidad de que se produzca un incendio en determinado lugar.
Las herramientas de esta aplicación son la inteligencia artificial, espectrómetros, cámaras digitales de vídeo y termografía. Así, es posible detectar incendios forestales a distancias de hasta 15 kilómetros a cualquier hora del día, de manera ininterrumpida.
Por otro lado, es capaz de analizar las imágenes con avanzados algoritmos de deep learning, de modo que se pueden detectar indicios de incendio por muy leves que sean, o por muy desapercibidos que pasen para el ojo humano.
La predicción de incendios se consigue recopilando diferentes datos meteorológicos y ambientales para poder establecer un índice de riesgo con el que es posible desplegar medidas de prevención, establecer un nivel de alerta adecuado y, por tanto, tener preparados a los equipos de lucha contra incendios con mayor celeridad.
También se puede aplicar una red neuronal que incorpora y analiza las condiciones climáticas históricas que provocaron incendios forestales, contrastándolas con datos meteorológicos como el nivel de precipitaciones, la temperatura, la velocidad del viento y la humedad Añadiendo los sistemas de presión que determinan el clima húmedo y seco, el sistema puede predecir áreas que podrían enfrentar condiciones climáticas tales que podrían provocar un incendio.
Como podemos comprobar, existen muchos condicionales en las frases anteriores, y es que hablamos de modelos predictivos que no son certeros al 100%. Sin embargo, gracias a estos modelos y las herramientas desarrolladas a partir de ellos, se está mejorando en prevención, lo cual siempre es positivo para el medio ambiente. La inteligencia artificial aplicada a la predicción de incendios es un campo de investigación en boga. En una búsqueda rápida, podemos encontrar más de 150 «papers» dedicados a esta temática. Con todo, las expectativas deben moderarse porque, según el investigador Mike Flannigan, la IA «no es la panacea»-