Las distracciones al volante provocan un 25% de los accidentes mortales y graves en España, según los datos de siniestralidad 2017 de la Dirección General de Tráfico. Y una de las más frecuentes, y que va en aumento, es el uso del teléfono móvil. Manejarlo mientras se conduce reduce la velocidad de reacción del conductor a la hora de frenar y la capacidad de atención ante las señales de tráfico y peatones. También provoca numerosas salidas de carril involuntarias.
Escribir mensajes de texto cuando se debe estar atento a la carretera multiplica el riesgo de accidente hasta por 23. Porque en vez de estar concentrados en la conducción, se tiene la mente en lo que queremos escribir y nuestros ojos y nuestros dedos están atentos a la pantalla del teléfono.
En carreteras de Norfolk (Reino Unido), los responsables de seguridad vial están probando, por primera vez en ese país, una tecnología capaz de detectar si un conductor está utilizando el móvil en el interior del vehículo sin manos libres. Desarrollado por la empresa Westcotec, el sistema “consta de un sensor capaz de detectar vehículos en los que hay señales telefónicas activas de 2G, 3G y 4G, y de una señal de advertencia LED situada a corta distancia a lo largo de la carretera”, explican en la web.
Cuando detecta que se está utilizando, en ese panel luminoso se muestra un teléfono móvil dentro de una señal de prohibido para disuadir de que deje de usarlo. Aunque si el que utiliza el móvil es un ocupante, también lo detecta. Es una medida que fomenta la educación vial, para recordar a los conductores que no deben usarlo mientras conducen, no multan por ello (al menos de momento).
En el caso de hablar con manos libres por bluetooth, no se activa esa señal de advertencia. Pero el uso de este aparato no está exento de peligro, también incrementa el riesgo de sufrir un accidente. Conclusión: cuando conduzcas, olvídate del teléfono móvil. Cualquier llamada o mensaje puede esperar.