La mayoría de noticias e informaciones sobre pantallas en el coche son alarmistas y tienen que ver con las distracciones y los riesgos a los que se ve expuesto el conductor con ellas. Se habla de que la cantidad de información que se podrá disponer en los HUD o los parabrisas de los coches hará que las ventajas de estos dispositivos se disipen por culpa del aumento de las distracciones de los conductores.
Sin embargo, hemos de ser cautos antes de criticar el aumento de la información disponible para el conductor. La primera razón para ello es que el conductor, tenga o no la posibilidad de ver información en pantallas, HUD’s o el propio parabrisas, va a consultar su smartphone sí o sí. Es una cuestión más profunda que el hecho de disponer de la información aquí o allá.
Tenemos muy interiorizado consultar información todo el tiempo
Desde la proliferación de los smartphone, y gracias a la cada vez más amplia oferta informativa en forma de apps, y gracias también al bombardeo de las redes sociales, WhatsApp y compañía, nos hemos acostumbrados a consultar la pantalla del móvil cada dos por tres, hasta caminando. Incluso lo hacemos de buena gana, y rellenamos cualquier hueco de tiempo libre comprobando actualizaciones y notificaciones, y buscando excusas para ver la pantalla.
Un ejemplo de nuestra dependencia consciente de las pantallas nos lo trae Raúl Hernández, en su blog:
Me he descubierto rellenando prácticamente cualquier momento de “inactividad” con el móvil (y lo que es peor, dejando que esos momentos se expandan más allá de la teórica “inactividad”); y en demasiadas ocasiones, prestando más atención a lo que pasa en la pantallita que a lo que pasa a mi alrededor.
Por eso, tener unas pantallas que impriman la información en el coche, delante de nuestros ojos, no va a hacer que consultemos más o menos esa información, pero sí que conseguirán que esa consulta sea más segura cuando conducimos. Es uno de los retos que se persiguen con todos estos avances: lograr que la consulta de información sea segura en movimiento. Evitar que cojamos el dispositivo con las manos, que bajemos la vista para comprobar esa notificación.
Se trata, por tanto, de un esfuerzo por conseguir que mantengamos la vista al frente mientras conducimos, y no se trata de bombardear más a los conductores. Una cosa es la existencia de un dispositivo, otra bien diferente es el uso que le dan los usuarios. Dispositivos como los HUD tienen su parte positiva, porque pueden ofrecernos información en tiempo real, alertarnos de incidencias en la vía, y todo ello sin apartar la vista de la carretera, ni las manos del volante.
La pregunta que hemos de hacer es, ¿cómo aseguramos que la utilidad de las pantallas de información integradas en el coche no se vea ensombrecida por el aumento de la distracción, al ser mucho más fácil ese acceso a los datos? La respuesta es sencilla: basta con la educación adecuada para los conductores, y que todos, conscientemente, nos esforcemos por no depender tanto de los smartphone y de todo ese abanico de información impresionante que existe hoy en día.
Vía | NYTimes