Si las bicicletas son una alternativa saludable, limpia y agradable para la movilidad urbana, añadiendo una pequeña ayuda a motor a estos sencillos vehículos hacen que se convierta en la solución perfecta para evitar los atascos, circular sin estrés y poder llegar a cualquier parte. Añadir un pequeño motor eléctrico es lo que hace que la bicicleta sea atractiva para más cantidad de personas.
La idea de ir a todas partes en bicicleta es muy interesante, pero si lo que queremos es desplazarnos de un lugar a otro (por ejemplo, de casa al trabajo), necesitamos que ese desplazamiento no nos cueste sudor y grandes esfuerzos. Aquí se diferencia la bicicleta como deporte completo, y la bicicleta como medio de transporte. Es en esa diferenciación donde entran las bicicletas con apoyo eléctrico, que puede estar alimentado de diversas formas, principalmente mediante hidrógeno, o luz solar.
La bici de hidrógeno es la bici del futuro
Posiblemente la forma de cargar más eficiente la batería eléctrica de un vehículo es la de la pila de hidrógeno, pila de combustible, o célula de combustible. Este método de generación de energía eléctrica se consigue a partir de hidrógeno almacenado a alta presión, que al entrar en contacto con el oxígeno del aire reacciona, y produce electricidad y un residuo en forma de agua.
Decimos que es el futuro porque es el combustible más limpio y más abundante, y porque el residuo acuoso es totalmente inocuo para el medio ambiente. No es necesario recordar que en esta generación eléctrica no se emiten gases contaminantes a la atmósfera. Al generarse electricidad mientras nos movemos, nos mantendremos independientes de otras fuentes de electricidad como la red eléctrica.
Un depósito con 50 gramos de hidrógeno comprimido (100 litros de ese gas) bastarían para propulsar la bicicleta unos 125 km a 20 km/h de velocidad media. Llenar ese depósito costaría menos de dos euros, pero existe todavía el problema de la recarga del hidrógeno, algo no muy trivial que no está resuelto al cien por cien.
En el caso de las bicicletas que almacenen electricidad a partir de energía solar, la cosa es más compleja. Las pruebas que se han hecho prometen un kilómetro de autonomía eléctrica por cada hora de exposición solar, así que para obtener grandes autonomías hay que tener mucho sol, o bien enchufar la batería a la red eléctrica. Con todo, es una forma de obtener energía limpia, gratis y además es totalmente renovable y virtualmente infinita o eterna.
La energía solar sería la solución más ideal para la movilidad urbana, pero tiene muchas barreras que impiden que sea ya una realidad poderosa. Una de ellas es la falta de… luz solar en algunos países, o los días nublados, mayoría en los inviernos de ciertas regiones. Sea como sea, tanto el hidrógeno como la energía solar sí que son alternativas viables para conseguir la electricidad suficiente para mover una bicicleta durante unos cuantos kilómetros, y es posible utilizar esta energía hoy.