El aislamiento térmico de nuestra casa puede ser insuficiente para pasar cómodamente el invierno y el verano, las épocas con las temperaturas mínimas y máximas anuales, al menos para no tener que recurrir a calefacción o aire acondicionado. Una de las reglas básicas del ahorro de energía en casa es que la temperatura debe mantenerse constante y, por supuesto tratar de usar lo menos posible los aparatos de acondicionamiento térmico.
Pero, ¿qué es el aislamiento térmico para el hogar y por qué va a hacer que ahorre dinero mes a mes? El aislamiento térmico para casa es un conjunto de soluciones que se basan en evitar los intercambios de temperatura: que el calor se quede dentro en invierno, y fuera en verano. Instalar aislamiento es una inversión que se amortiza poco a poco mediante el ahorro en gas y electricidad año tras año.
Hasta un 30% de ahorro mensual en la factura energética
Las razones para aislar la casa son muchas. Primero, por muy buena calefacción que tengamos, o aparato de aire acondicionado en su caso, si la casa no está bien aislada ese calor se va a escapar, o va a entrar de todos modos. Por tanto si la casa está mal aislada gastaremos más energía de la necesaria para mantener la temperatura deseada.
Si está correctamente aislada, el gasto energético puede reducirse en hasta un 30%, lo cual no es una broma. Gastaremos casi un tercio menos en energía, y además la temperatura se mantendrá constante por más tiempo, con los consiguientes beneficios también para nuestra salud.
Aparte de eso hemos de saber que desde 2013 existe una ley llamada Certificación Energética de Edificios Existentes que «obliga a expedir un certificado de eficiencia energética para los edificios o unidades de estos, que se construyan, vendan o alquilen», es decir, los edificios e inmuebles deben estar correctamente aislados para máxima eficiencia energética.
La mayor parte de las pérdidas energéticas en una vivienda se producen a través de ventanas, puertas, suelos, paredes y techos. Para las ventanas existen soluciones como doble acristalamiento (mejor con cámara de aire), una carpintería de calidad (de PVC, por ejemplo) que evite la formación de puentes térmicos, y el vidrio específico es perfecto para minimizar las pérdidas de calor.
Los toldos y persianas son otra forma de aislamiento térmico, más barato que la carpintería o el doble cristal, y que se puede utilizar todo el año para prevenir cambios de temperatura no deseados, o tratar de amortiguarlos.
Para los suelos, paredes o techos lo mejor es tener una buena instalación con productos eficaces y de alta resistencia térmica. Si no estamos correctamente aislados podemos encontrar con facilidad gran variedad de materiales que permiten reforzar el aislamiento térmico de estos elementos.
Foto | Alejandra Mavroski
Una respuesta a Tipos de aislamiento térmico para el hogar. ¿Cuánto ahorramos?