Un elevator pitch es un discurso breve, muy conciso, con el que pretendemos conseguir presentar un proyecto, un producto o cualquier tipo de emprendimiento. La idea con el elevator pitch es persuadir a posibles inversores, empleadores o clientes en el menor tiempo posible, normalmente entre 45 segundos y 2 minutos.
El nombre (discurso de ascensor) hace alusión a esa duración corta típica de cualquier viaje en ascensor. Normalmente, el elevator pitch se diseña para presentar proyectos o emprendimientos, pero ¿es posible hacer un elevator pitch personal que nos sirva para encontrar un empleo o mejorar el actual? Veremos que sí.
El elevator pitch sirve para vender cualquier cosa
Es así de sencillo: un elevator pitch es un arma de venta (pero no es un discurso de ventas) y, por lo tanto, es posible utilizarla para vendernos como trabajadores, o vender nuestro trabajo previo para poder solicitar un ascenso.
¿Qué puede aportar esta herramienta? Veamos:
- Una oportunidad única para captar la atención de una audiencia objetiva y potencialmente interesante.
- La oportunidad de exponer una idea general completa para poder desarrollarla posteriormente en una reunión más específica.
- Es una gran ayuda para posicionarnos frente a nuestra competencia directa.
- Es una herramienta capaz de proporcionar a nuestro interlocutor una buena impresión inicial.
Para que este elevator pitch tenga éxito ha de ser certero, breve, lleno de información interesante que sea, además, presentada de manera atractiva. Ha de ser un discurso a la medida del interlocutor (inversor, cliente, empleador).
Para diseñar un elevator pitch efectivo debemos tener muy claro quiénes somos y qué hacemos. Esto, que cuando hablamos de proyectos concretos lo podemos tener muy claro, hemos de definirlo muy bien en el terreno personal:
- ¿Qué vendes? Es decir, qué ofreces tú como profesional, en este caso, para la persona con la que estás conversando.
- ¿Cuál es tu situación actual y en qué mercado o sector te mueves?
- Es necesario conocer muy bien qué buscan tus interlocutores. No solo hablamos de que necesiten personal para cubrir un puesto vacante, sino que debemos tener claro qué perfil profesional buscan, independientemente de que haya oferta o no.
- Es bueno conocer previamente a la persona a la que va dirigido el elevator pitch y todo lo relacionado con ella en el ámbito profesional.
- Además, es interesante tener claro en qué te diferencias de la competencia (otros candidatos) y qué ventajas puedes aportar.
Con todo esto, como mínimo, puedes confeccionar tu elevator pitch con bastante confianza, siguiendo un guion que podemos sintetizar en los siguientes puntos:
- Presentación, muy breve.
- Exponer claramente qué quieres conseguir (un aumento, un empleo en la compañía) y por qué.
- Una frase que resuma tus aptitudes, por qué serías la persona ideal para lo que buscan.
- Qué te diferencia de los demás.
- Tus expectativas salariales, al menos algo aproximado. Ten en cuenta que este es, quizás, el punto más delicado.