¿Qué nos depara la macroeconomía los próximos años? El Servicio de Estudios de MAPFRE acaba de presentar su primer informe anual de perspectivas, “Panorama económico y sectorial 2017”, en el que pone de relieve que habrá crecimiento económico en España pero “continuará siendo moderado, divergente y frágil”. Concretamente la previsión es que alcanzará un 2,4% y se situará en el 1,9% en 2018. Respecto al desempleo, el informe prevé una reducción de la tasa de paro hasta el 16 % en 2019. El mayor reto: el elevado nivel de deuda y déficit.
En el año 2016 se ha tomado conciencia del entorno de estancamiento secular, caracterizado por el bajo nivel de crecimiento de las economías, el bajo nivel de inflación y el nivel cada vez más bajo de los tipos de interés. Este conjunto de situaciones tiene impactos muy negativos sobre el crecimiento y la estabilidad económica de los países a largo plazo, según explicó Manuel Aguilar, director general del Servicio de Estudios. Las consecuencias de este estancamiento secular, según los expertos, es que en el futuro seguirá igual, es decir, con crecimientos bajos y esto deriva en una disminución de los niveles de renta y de los incentivos para el consumo y la inversión, “que retroalimentan este ciclo perverso”, dijo Aguilar. También influye en la política monetaria: esos intereses bajos significa que esta ha dejado de tener eficacia para generar estímulos en la economía.
Para romper con este estancamiento es fundamental la política fiscal, señala el informe, que debe ser laxa y expansiva. “Prevemos que entre 2017 y 2018 habrá un impulso fiscal en los principales países desarrollados”. Sin embargo, “aunque la política fiscal es el actor principal para salir de ese estancamiento, no es necesariamente la solución para todas las economías, ni todas lo necesitan en la misma medida ni todas tienen márgenes para poder implementarla”. Los factores que van a determinar si los países pueden acomodar esta política fiscal expansiva son el nivel de endeudamiento público, el nivel de laxitud que haya alcanzado la política monetaria y de la disponibilidad de recursos fiscales.
En 2017 y 2018 se mantendrá la tónica de crecimiento moderado, que se estima alcance de media el 3% y también una convergencia de la inflación a nivel global en niveles también del 3%. Aunque esto dependerá de la economía de cada país.
La economía norteamericana es siempre un factor esencial para saber lo que ocurre en la economía global, pero el informe señala algunos riesgos determinantes: por ejemplo, el Brexit o la crisis inmobiliaria en China.
“En el caso de la industria de seguros global, se prevé una aceleración del negocio a lo largo de 2017-2018, tanto en los mercados desarrollados como en los emergentes, siendo este último bloque el que lidere la senda del crecimiento, en la medida en que en esos países la brecha de protección del seguro es aún amplia y las necesidades de convergencia resultarán en crecimientos mayores”, prevé el informe.
Las primas del negocio total a nivel global se estima que crezcan, de media, cerca del 8% entre 2016 y 2018, en términos nominales. Los países desarrollados crecerían alrededor del 6% y los emergentes por encima del 10%. “Se espera un crecimiento de las primas No Vida cercano al 5,3% en promedio, entre 2016 y 2018 de manera global, el cual, sin embargo, será cercano al 6% en los mercados emergentes y al 2% en los desarrollados”, estima el informe.