Hace 70 años – en 1948- la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos un día como hoy, 10 de diciembre. Un documento que, traducido a más de 500 idiomas, defiende los derechos pertenecientes a todas las naciones sin hacer distinción de sexo, raza, color, religión, idioma o cualquier otra condición.
Un aniversario clave para una Declaración que fue elaborada por representantes de todas las regiones del mundo con diferentes antecedentes jurídicos y culturales, para fortalecer a todos los individuos.
Un documento que marca donde empiezan los derechos humanos universales y con la que, como decía la escritora y política estadounidense, Eleanor Roosevelt (también primera dama y esposa del presidente de los Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt), los derechos empiezan “en pequeños lugares, cerca de casa; en lugares tan próximos y tan pequeños que no aparecen en ningún mapa. (…) Si esos derechos no significan nada en estos lugares, tampoco significan nada en ninguna otra parte. Sin una acción ciudadana coordinada para defenderlos en nuestro entorno, nuestra voluntad de progreso en el resto del mundo será en vano.”
Los derechos humanos conciernen a cada una de las naciones, en todos los ámbitos de la vida. Pero además, a las personas, organizaciones, empresas y un largo etcétera. Como parte de ello, MAPFRE se ha comprometido con los diez principios que sostienen el Pacto Mundial de Naciones Unidas, en relación al respeto y protección de los Derechos Humanos. En concreto, en el ámbito laboral la compañía promueve un entorno de trabajo digno, rechazando el trabajo obligatorio e infantil, asegurando una remuneración ajustada y no alimentando actividades discriminatorias, por razones de distinción de sexo, etnia, religión o discapacidad.
MAPFRE miembro de los Índices- FTSE4Good y FTSE4Good IBEX, que tienen como objetivo evaluar a las empresas en su comportamiento de respeto por los Derechos Humanos.
Además, durante el año 2017, analizó internamente el impacto de su actividad en los derechos humanos y destacó como derechos básicos la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación; derecho a la seguridad de la persona y a su privacidad; derecho al medio ambiente sano; acceso a derechos básicos para la vida en dignidad; derecho a la libertad de pensamiento, cultura y religión; derecho a la libertad de asociación y sindicación y a la negociación colectiva; derecho a la eliminación del trabajo obligatorio y libertad de reunión…
Comprometida con la “huella social”, MAPFRE sigue contribuyendo con la Agenda de Desarrollo de 2030 de Naciones Unidas, que servirá como sendero para alcanzar los objetivos mundiales en materia de protección de los Derechos Humanos.